Yo creo. Creo que no estamos aquí por mera casualidad. Creo que todos tenemos un objetivo y una misión por la cual estamos aquí. Me es muy difícil pensar que todo es ciencia, que la única forma de conocer es por medio de la razón y que no existe un más allá. Somos mucho más de lo que conocemos de nosotros mismos y si cada uno hiciera lo que debe hacer, el mundo ardería de amor porque estamos llamados a amar y esa es la clave de la felicidad.


viernes, 8 de abril de 2011

A mis 26

Hace sólo unas horas ponía en mi estado de facebook: ¿balance de mi vida? Espectacular. Creo que no hay nada mejor que vivir y disfrutar de todos los momentos, tanto buenos como malos. El secreto de la felicidad está en esto mismo: hacer de los momentos malos tiempos de conocimiento, de enriquecimiento y de crecimiento como persona que concluye finalmente en un disfrute de la vida.


Ayer llamé a mi hermano y lo primero que me dijo fue: “estas a un día de cruzar la línea, ahora vas a estar más cerca de los treinta que de los veinte”. Así, dicho tan crudamente, puede asustar e incluso hacerte pensar cosas extrañas como: “qué vieja estoy” “no me queda nada para los 30, pero visto desde el punto de vista de la aventura de vivir me viene a la cabeza ¡crucemos la línea y veamos qué hay más allá!


Si hay algo en lo que debo darle completa  razón a mi madre es que el tiempo pasa volando y que si estas pensando en él los momentos son fugaces y no se disfrutan finalmente como debe ser. Todo, absolutamente todo tiene su lado bueno y malo, todo tiene dos caras de la moneda. Aún recuerdo muchos de mis cumpleaños, ¡cómo olvidarlos! Recuerdo que en casi todos ellos mi padre enviaba flores a la casa para celebrar el acontecimiento. Recuerdo también mi cumpleaños número 8, especial porque siempre ha sido mi número favorito. Lo mejor de ese día fue la visita de mi abuela Eliana con un regalo que tuve por años: un chaleco rojo con rayas negras y verdes. 

A los 12 fue mi primera fiesta con luces en casa. Tuve que organizar todo solita, esa fue la condición. Con la guía de páginas amarillas en mano tuve que llamar al DJ y alquilar las luces, luego comprar la comida y la bebida (chica morada y coca cola). ¡Fue un éxito! La fiesta duró hasta la una de la mañana y bailamos temas como la Macarena, Sigurucha, El General, Lamento Boliviano, Salserín… me acuerdo y me rio.  


Pero sin duda los 18 años marcan un antes y un después. Estaba muy feliz por ser mayor de edad sin saber realmente lo que significaba, de haberlo sabido habría optado definitivamente por tener las ventajas de ser mayor de edad sin las obligaciones que esto conlleva y creo que más de uno está de acuerdo conmigo. Luego vienen los 20, cambio de folio, el uno se va para dar paso al dos. Y los años pasan. Llegan los 25, la mitad entre los 20 y los 30, la flor de la juventud. Ahora los 26 y mirando hacia atrás de los 18 hasta ahora ha sido un suspiro: se ha pasado tan rápido, he hecho tantas cosas y vivido tantos momentos que no podrían haber sido mejores, con los pros y los contras.


Y el misterio más grande es que te sigues sintiendo igual y sigues siendo la misma, con un poco más de experiencia, pero la misma al fin. Sigo siendo igual de impulsiva y de atrevida. Sigo viviendo esas cosas que sólo me pasan a mí, como el choque brutal que tuve con un poste hace 2 días, aun tengo el chichón en la cabeza. Vibro con las mismas cosas, disfruto como una niña cuando estoy con mis amigos, me exalto con una conversación sobre política y justicia, cuento las historias más sencillas como si fueran una batalla, con emoción, con gestos, con mucha expresión y mi familia sigue siendo lo primero en mi vida…


Ahora camino a los 30 me siento feliz porque las cosas que vienen serán maravillosas, porque vivir no me agota y porque sé que hay muchas aventuras por vivir, mundos que recorrer, personas por conocer y mis 26 son un paso más para poder disfrutar de aquello que está por venir. 


Podría hacer un resumen de mi vida… pero tendría demasiadas cosas que contar, aunque no descarto la idea de escribir algún día un libro, pero ahora, en pocas palabras e intentando resumir todo en una sola frase… ¡Viva la vida, viva la aventura de vivir!



3 comentarios:

  1. DEBO ESTAR MUY SENSIBLE, PERO HE DE DECIRTE QUE ME HE EMOCIONADO MUCHO LEYENDO ESTE RELATO, QUE PARA MÍ, ES EL MÁS BONITO QUE HAS EXPUESTO EN TU BLOG. OJALÁ TENGAS MUCHA SUERTE EN LA VIDA Y QUE TODO LO QUE TE PROPONGAS VAYA SUCEDIENDO A LO LARGO DE LOS MÚLTIPLES CUMPLEAÑOS QUE TE QUEDAN POR CUMPLIR, Y EL PRIMER PROPÓSITO SEA ESCRIBIR Y ESCRIBIR, QUE LO HACES FENOMENAL.

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  2. Maquita de mi amor, me emociona leer lo que escribes y me alegro tanto que disfrutes la vida que te tocó, con lo bueno y lo malo que te ha pasado, yo como madre quisiera que solo fueran buenos momentos y borrar aquellos que te dañaron y ocasionaron pena, pero la vida es así y eso nos hace ser las personas que realmente somos y algo que me ha enseñado y quizás he aprendido tarde es que los sueños si se pueden lograr, tú eliges lo que quieres vivir!!! cuenta conmigo siempre, en esta vida o en la otra siempre estaré contigo.
    mamá.

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  3. Que bonito Maca, es precioso lo que escribes, pero más precioso es todavía lo que te contesta tu mamá. Hemos pasado unos cuantos cumples juntas y sé lo especial que es este, no x los años, no x la celebración, no x las buenas noticias que ha traído de la mano.. Sino porque está aquí tu mamá, que es para tí lo más grande del mundo. Me ha encantado eso de "porque vivir no me agota". Me encanta formar parte de tu vida, de tu camino y de muchas de esas aventuras :)

    Te quiero, no como una amiga, como mi hermana :)
    Siempre juntas
    Gema (sí! tu gemito grillo)

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