Existen cosas en la vida que te hacen agradecer. Yo tengo la dicha de pertenecer a una familia fantástica. Soy la mayor de mis hermanos, somos cinco en total. Después de mi viene Claudia. A parte de ser estudiante de Administración de Empresa, que no es poco, es también encargada de una tienda en un centro comercial (datos escuetos para no hacer publicidad). Sólo viví sin ella un año y cinco meses de mi vida, por tanto no tengo recuerdos en donde Claudia no estuviera en ella. Es mi confidente, mi mejor hermana-amiga (así nos lo decíamos de pequeñas), aquella persona que me da serenidad y lucidez. Si hay algo a lo que ella me ha acostumbrado es a tener que consultarle prácticamente cada paso que doy en mi vida. Su sensatez, su saber estar, su cordura y tino son el complemento perfecto para mi impulsividad, locura y desenfreno. No es de extrañar que de pequeñas fuera ella la que siempre estaba preocupada por mí, por si me caía o si me perdía. Ella nos ha otorgado siempre fortaleza y templanza. Es una persona que no se anda con rodeos: es clara, directa, blanco o negro… Y a pesar de todas esas características de seriedad y respeto, tiene una gracia natural única. Claudia es de esas personas que observa una conversación en silencio y que repentinamente suelta un comentario ingenioso que causa como resultado una carcajada unánime de todos los presentes. Es una persona muy responsable y respetuosa pero sabe desechar de su vida aquello que no le aporta o que no le hace bien. Admiro eso de ella. Por todo esto y mucho más lo que dice mi Claudia va a misa, sin discusión.
Después de Claudia viene Javiera. Mi pequeña Javiera. A pesar de que es más alta que yo (por varios centímetros), sigue siendo mi niña. Tiene un espíritu infantil muchas veces envidiable. Alguna vez se le puede oír por la casa cantando una canción de Disney. Ella disfruta con las cosas sencillas de la vida. Javi nunca es tan feliz como en una comida familiar o con un pequeño detalle como un mensaje en un post it. Si tengo que describirla en una palabra seria generosidad. Javiera es la persona más altruista que he conocido en mi vida y lo mejor de todo es que ella no se da cuenta, le sale natural. No duda en prestar su ayuda, en apoyar en todo lo que sea necesario y sin una sola queja. Es digno de admiración. Ella es la artista de la casa, no en vano estudia diseño gráfico. Como buena artista es simple, despistada a más no poder, sencilla y capaz de ver mucho más allá. Tiene una intuición que pocos pueden desarrollar, capta a las personas prácticamente con sólo mirarlas. Por esa misma razón es una persona crítica, detallista y exigente. Es perfeccionista en todos los aspectos de su vida: no sólo en sus proyectos de diseño, sino en su forma de poner la mesa, al hacer la limpieza, en su forma de vestir, etc. Todo, absolutamente todo está armoniosamente colocado. Cada vez que la veo observo cómo va vestida: la combinación de colores, los zapatos, los pañuelos, todo perfectamente combinado. Me atrevería a decir que es la más sensible de todos nosotros. A sus 22 años cualquier película romántica o de drama es capaz de robarle unas cuantas lágrimas. Con Javi tengo conversaciones profundas, abro mi corazón y le revelo las inquietudes más filosóficas. Sus consejos son siempre equilibrados, meditados y llenos de detalles que inexplicablemente solo una mente como la ella es capaz de visualizar.
En cuarto lugar está mi hermano Roberto. Tito para los amigos (o Fulano… tiene muchos apodos). Yo le digo Pelao. Mi Pelao es el hombre de mi vida. Él es el hombre más bueno que he conocido (y que conoceré). Mi hermano irradia nobleza. Es el típico chaval silencioso y observador del cual es fácil aprovecharse. Nada le parece mal y lo que sí es porque es extremadamente malo. Es una persona inocente, no creo que mi hermano crea de primeras en la maldad de la gente. Para él todos somos buenos y habrá que pegarle 7 veces 7 para que él pierda interés en conocerte. Es una persona muy social. Le gusta juntarse con sus amigos y disfrutar de los momentos. Las mejores fiestas de mi vida han sido con mi Pelao… ¡Es muy divertido! Tiene comentarios únicos que son una mezcla de ingenio con espontaneidad. Es quien más frases ingeniosas tiene en nuestra familia y por ende es el personaje principal de nuestros recuerdos cómicos familiares. Es también una persona sencilla y generosa. De pequeño había que esconderle sus propios juguetes sino era capaz de regalárselos a quien primero le saludara. Es una persona trabajadora y ambiciosa, pero en el buen sentido de la palabra. Está viviendo en Madrid donde quiere empezar sus estudios de Ingeniería en Matemáticas. Le encantan las matemáticas y además es bueno. Amigo de sus amigos, mi hermano se hace de querer esté donde esté. La gente lo respeta y lo quiere por ser tan bondadoso. Es terco y empecinado, defiende una idea tanto como yo y si algo no le sale lo intentará hasta que salga, aunque sea imposible. Él hace de eso un posible.
En último lugar está Josefa, mi chibola. A sus incipientes 18 años es una jovencita llena de vida. Me impresiona lo madura que puede llegar a ser para su edad en algunos aspectos. En otros no sería capaz de subirle ni un año más. Ella es una dieciochoañera orgullosa. De todas maneras con mi chibola la edad no es un impedimento. Podemos conversar de todo: llorar, reír, aconsejarnos mutuamente. Se puede decir que Cote es una mezcla perfecta de los diferentes caracteres de sus hermanos mayores. Tiene mi alegría, el ingenio de Claudia, la intuición de Javi y es amiguera como Tito. Ella vive actualmente en Santiago, pronta a venirse a España para empezar sus estudios universitarios. Aún no decide si estudiar Psicología, Ciencias del Deporte, Teatro o Nutrición, eso refleja cómo es ella, disfruta con todo. Se notan sus ganas de vivir, sus ganas de conocer y de volar. Siempre ha sido una persona muy independiente. De pequeña nadie la pasaba a llevar, no importa qué tan mayor fuera la persona con quien discutía. No es fácil ser la menor de cinco, a pesar de tener el camino en gran parte hecho, la menor siempre es más fácil de someter. Eso nunca pasó con Josefa. Siempre recordamos cómo gritaba al defenderse de Tito cuando tenían peleas de pequeños (casi diariamente). Tiene un carácter fuerte, a veces voluble, es muy alegre y se acerca a las cosas que le hacen realmente feliz. Sus comentarios irónicos y sarcásticos entretienen hasta una simple conversación sobre política. La pequeña de los Hernández Mateo es pieza clave en nuestra familia, la estamos esperando con mucha ilusión.
Nada de esto sería posible si mis padres no hubiesen estado juntos, si no hubiesen decidido en algún momento de su vida formar esto. Mi padre vive actualmente en Santiago. Durante años fue para mí como un ser supremo, que a pesar de lo extremadamente cariñoso que siempre ha sido, ejercía la autoridad en la casa. Hace unos años atrás descubrí que mi padre es persona y que comete errores. Tengo recuerdos hermosos de mi padre cantando para levantarnos por las mañanas o preparándonos tostadas con mantequilla derretida para el desayuno. Él se metía en la piscina y jugaba con nosotros al tiburón. Nunca hizo ninguna diferencia entre nosotros, al contrario, siempre tuvimos los mismos privilegios: tomarnos la leche antes de salir de casa, a las 7:30 listos en el auto para ir al colegio (más de una vez me dejó en la puerta de casa por no estar preparada). Es un hombre profundo, dotado del don de la palabra, pedirle un consejo es igual a tener una conversación mínima de tres horas con grandes meditaciones trascendentales.
Y ahora, después de esta interesante introducción, es el momento de hablar de la persona que más admiro en mi vida. Ella es sin duda mi madre. No puedo explicar con palabras mis sentimientos hacia ella, pero si puedo intentar explicarles el por qué de mi extrema admiración. Una de las anécdotas más bonitas que tenemos mi madre y yo es del día de mi nacimiento, cuando yo lloraba desconsolada por la brusca y repentina llegada al mundo y no había nada que me calmara, sus palabras fueron lo único que apaciguó mi llanto. Entonces ella me tomó en sus brazos y tuvimos nuestra primera mirada cómplice que hasta el día de hoy sigue siendo la misma. Mi madre siempre estuvo con nosotros. Desde el día de aquella mirada, ella renunció a desarrollarse profesionalmente después de terminar su carrera como kinesióloga para poder dedicarse completamente a su otra profesión, la de madre, en donde sin duda tiene un máster y un nombramiento especial Honoris Causa. Recuerdo a mi madre embaraza de algunos de mis hermanos agachándose para recoger juguetes del suelo, yo era muy pequeña. Ella siempre tuvo una forma particular de tratarnos, porque incluso siendo una madre protectora a quien nadie puede tocar a ninguno de sus hijos, nos educó para que fuéramos autónomos y nos levantáramos solos de los golpes de la vida. Dentro del gran libro de los recuerdos familiares hay varios episodios de mi madre diciéndonos: ¡Arriba, no pasa nada, yo te dije que no corrieras, ahora arriba que estas bien!, cuando alguno de nosotros tenía un encontronazo con el suelo (previa advertencia de ella). Del mismo modo no era fácil eludir el colegio. Nosotros teníamos los más altos niveles de asistencia. En una ocasión incluso me puse talco en la cara para ver si era capaz de engañarla y hacerle creer que estaba sumida en un estado febril… jamás resultó. Mi madre nos veía venir.
Cómplice, amiga y mamá. Nunca sentimos ningún tipo de miedo si ella estaba ahí. Durante un largo tiempo en Perú, sobre todo en los últimos años, fue ella quien con su esfuerzo y dedicación sacó adelante a toda nuestra familia. Se dedicó por mucho tiempo a pintar, a hacer manualidades. Hacía miles de cajitas, con varias decoraciones, pintaba hasta altas horas de la madrugada. Ella también es una artista, pero yo la veo más como artista de la vida. Jamás nos faltó de nada, nunca nada fue tan terrible como para no poder superarlo, ella pintaba la vida de colores. A pesar de las muchas renuncias que tuvo que hacer, como por ejemplo dejarme venir a España a mis escasos 17 años, su gran deseo siempre fue volver a tenernos juntos como lo hacíamos de pequeños. Ahora que somos mayores, es un poco difícil, pero todavía quedan muchas aventuras que vivir. Estamos sólo a un paso de volver a reunirnos.
Después de los 8 años que vivimos separadas Dios me ha regalado la dicha de poder disfrutarla, de poder vivir con ella. Y es una experiencia nueva y excitante. Yo me pregunto ¿Cómo una mujer tan pequeñita puede ser tan impresionante? Siempre preocupada, siempre dedicada. Ahora, después de los muchos golpes que la vida le ha dado, ella está renovada, feliz y contenta. Es un gozo verla entre nosotros, disfrutando de nuestras conversaciones, de nuestros éxitos, participando de nuestras vidas y forjando la de ella. Es la reina de la casa, la matriarca de nuestra familia, como siempre lo ha sido. Una mujer jovial, llena de detalles. Ahora no recoge juguetes del suelo, pero sí libros académicos, zapatos y ropa. Es imposible luchar contra eso. Nada ha cambiado ¡Esa es mi madre!
Por eso no puedo dejar de agradecer cada minuto de mi vida por este gran regalo. Tengo una familia hermosa y una madre ejemplar. Somos el resultado de los que hemos vivido: una familia unida, llena de recuerdos y con muchas cosas por vivir. Mi madre, sin duda, será una abuela excepcional…
Todo esto para decir: Mamita ¡Feliz día de la Madre!
Yo creo. Creo que no estamos aquí por mera casualidad. Creo que todos tenemos un objetivo y una misión por la cual estamos aquí. Me es muy difícil pensar que todo es ciencia, que la única forma de conocer es por medio de la razón y que no existe un más allá. Somos mucho más de lo que conocemos de nosotros mismos y si cada uno hiciera lo que debe hacer, el mundo ardería de amor porque estamos llamados a amar y esa es la clave de la felicidad.

MAQUITAAAAAA! ! ! ! , QUE EMOCIÓN Y QUE BONITO LO QUE DICES. . . Y TE QUIERO AGREGAR TAMBIÉN LA FORTALEZA QUE TODOS HAN HEREDADO DE TU MADRE, ESPECIALMENTE TU. . . 8 AÑOS PELEANDOLE A LA VIDA, SACANDO FUERZAS PARA SEGUIR ADELANTE, ADEMAS ALEGRE,POSITIVA PERO TE INSISTO, SOBRE TODO LUCHADORA Y GRACIAS A ESE TEZON. . . HOY ESTÁN TODOS JUNTOS, BUENO, CASI TODOS, YA LLEGARA "LA PEQUEÑA". . .
ResponderEliminarBESOS Y UN ABRAZOTE GRANDE PARA TODOS
Buufff... Tengo la piel de gallina Maca.. Se nota que conoces a tu familia como a la palma de tu mano.. Falta tu descripción!! Te quiero
ResponderEliminarGema
PRECIOSO MACA, QUÉ ENVIDIA OS TENGO, SOIS UNA FAMILIA EXCEPCIONAL, Y TU MADRE ES UN TESORO QUE HAY QUE GUARDAR Y CONSERVAR. EN VUESTROS OJOS SE VE LA BONDAD Y LA ALEGRÍA PERSONIFICADAS. OJALÁ MIS HIJOS CUANDO CRECIERAN HABLARAN ASÍ COMO TÚ HABLAS DE TU MADRE Y ME ADMIRARAN TANTO. CUIDAR MUCHO ESA RELACIÓN, QUE ES ÚNICA.
ResponderEliminarMacarena, la mujer de muchas palabras! La que siempre hace valer su posición, la que no se deja apabullar por nada ni por nadie! Una mujer que irradia alegria, libertad, jovialidad! La forma cómo vives la vida es envidiablemente sana! Tu intensidad, fuerza y ganas son admirables! Contagias a diestra y siniestra tu fortaleza, transmites esa intensidad en una conversa de café, en un paseo por la calle que sea del país que sea, en una noche "rompe tacones", en la cocina de una casa, en cada paso que das. Determinada como pocas personas, para ti nada es imposible y mucho menos inalcanzable y no te quedas de brazos cruzados, vas trabajando para conseguir tus sueños, eres una luchadora, una excelente hermana, hija y amiga. Tenemos mucha suerte de que hagas parte de nuestras vidas porque no hay otra Macarena Hernandez en el mundo. Cada vez que tengo la suerte de verte, tu sencillez e intensidad me marcan y cuando nos tenemos que separar te hecho de menos porque me quedo con ese sabor de haber vivido esas últimas 48 o 72 horas tan intensamente como tú vives todos los días. Eres una mujer para quien la vida no tiene límites. Te adoro!
ResponderEliminar(Ya sabes quién soy)
Maquita me emociona y agradezco cada palabra que escribes y sí.... renuncié a muchas cosas y la vida nos golpeó a todos, Dios sabe cuanto quise evitarles todo eso, pero somos lo que somos por nuestras vivencias, con nuestros aciertos y desaciertos y no hay heridas que no cure el tiempo. Nadie dijo que la vida sería fácil, solo que valdría la pena vivirla y tú junto a clau, javi, tito y cote hacen que mi vida sea maravillosa....los AMO!!!!!
ResponderEliminarmamá.