Hace poco comencé a trabajar como periodista en Chile y me pasó algo muy curioso. Mientras hacía mi presentación oficial a los trabajadores de mi nueva empresa, uno de ellos me preguntó si yo era "Macarena Hernández, la periodista". Entonces le contesté: "Yo soy Macarena Hernández, pero no me confundas con una periodista que tiene mi nombre y que es muy famosa en Estados Unidos". Él me quedó mirando extrañado y entonces me dijo: ¿seguro que usted no tiene nada que ver con un artículo que se llama "De cómo un barco se convirtió en libertad"? En ese momento me sorprendí. Él se refería a un articulo que escribí hace 4 años atrás sobre mi abuelo Artemio y su llegada en un barco llamado Winnipeg, cuando él y su familia tuvieron que escapar de España por la guerra civil.
Esas son cosas que pasan, curiosidades de la vida. Todo pasó, mientras yo sin saberlo, el reportaje que escribí hace 4 años atrás se divulgaba por la web en mi país. Y por todo eso y mucho más quiero compartir con ustedes "De cómo un barco se convirtió en libertad", por Macarena Hernández Mateo.
Escrito en Abril 2009
"De cómo un barco se convirtió en libertad"
Este año se conmemoran los 70 años del exilio, época que algunos autores definen como el “éxodo español”. Tras la derrota en Barcelona, más de 550,000 personas cruzaron los Pirineos hacia Francia para escapar del franquismo. La familia Mateo Álvarez, nacidos en Asturias, recuerdan esa época como la más terrible y triste de su vida. Siendo niños tuvieron que vivir la injusticia de la guerra, escapar de España a Francia y desde allí, gracias a Pablo Neruda, viajar durante un mes en un barco carguero llamado Winnipeg para llegar a un país desconocido y lejano: Chile. Para ellos Winnipeg es sinónimo de esperanza: gracias a él y después de tantos años viven y pueden contar su historia.
En el año 1936 Diácono Mateo era un hombre que creía y trabajaba por la República. Su labor como dirigente político, revolucionario, comunista y republicano lo obligaba a viajar continuamente desde España a Francia y de Francia a España para transportar encomiendas relacionadas con el partido. Cuando la guerra civil estalló en España, la familia Mateo Álvarez se encontraba en París, donde vivían y estudiaban. Josefa Álvarez, esposa de Diácono, tuvo una corazonada y sintió necesaria su vuelta a España para ver a sus padres, quienes se encontraban en Asturias. Así, Diácono y Josefa volvieron a su ciudad natal, con sus cuatro hijos: Artemio de catorce años, Jesús de doce, Julia de diez y Eleonor de cinco. Cuando llegaron a Asturias las fronteras se cerraron y no pudieron escapar, viéndose de improviso inmersos en la guerra civil española, que le atañía directamente a Diácono por su implicación política en el partido comunista.
