Entre el teatro y 'Silencis'

Ayer tuve el placer de disfrutar de una buena obra de teatro. A pesar de haber sido siempre admiradora del teatro, no me considero una crítica profesional de ese hermoso arte. Cuando era pequeña participé de varias obras de teatro en el colegio, pero con el paso de los años dejé de practicarlo y le he ido dando paso a verdaderos artistas como mi amiga Allende García. 
 

Cartel de Silencis

Allende y yo nos conocemos desde hace ocho años, cuando llegué a España. Ya en aquella época era una artista: siempre se ha dedicado a hacer bolos, actuaciones, clown shows, ha formado parte de varios grupos de teatro y es una persona que ha perseguido su sueño. Ella quería ser una artista profesional.  

Hace unos años atrás Allende comenzó sus estudios artísticos en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia donde está teniendo muchos éxitos. Uno de ellos ha sido participar en como actriz en Silencis, obra que presenta la Compañía Ferroviaria de Artes Escénicas  dirigida por Paco Macià y que está basada en la novela de Carles Cortés “Els Silencis de Maria”.

La obra tiene una sencilla puesta en escena: los elementos arriba del escenario son tan sólo una urna de cristal y una gran tela semitransparente. Silencis transcurre en dos lugares diferentes: la prisión y Dubai. En el primer espacio se desarrolla un diálogo entre Héctor, acusado de asesinar a su mujer, y Laura, una joven que decide visitarlo para aclarar los motivos de su delito. En el segundo espacio se encuentra María, la protagonista, quien vive en un palacio en Dubai donde tiene que compartir a su marido con otras tres mujeres. Silencis es una reflexión sobre lo que puede producir la soledad y el silencio en el ser humano, cualquiera que sea su condición sexual y realidad, afirma Cortés. Él denuncia que muchos problemas de la sociedad actual no existirían si tuviéramos más comunicación y menos silencio.

Silencis se presentó el pasado 5 de Febrero en el Centre Cultural El Teular de Alcoy. La mayoría de la gente que asistió al teatro tenía una media de edad de 60 años. ¿Puede ser que se esté perdiendo el amor por el arte escénico más antiguo de la humanidad? ¿Puede ser que la juventud se esté volviendo cada vez más superficial que prefiere pagar un cubata en una discoteca al disfrute de una buena obra de teatro? Discrepo y espero no equivocarme. Para mí no hay nada más excitante y emocionante que ver al actor teniendo una conexión directa con el público. Si tengo que escoger  entre el cine y el teatro definitivamente me quedo con el teatro. El valor agregado que ofrece este arte, el directo, considero que está muy por encima de los efectos especiales y de la pantalla más plana y con mayores pulgadas que exista en el mercado. El principal sentimiento que despierta el teatro es conectar con la obra y al observar la actuación tener la certeza que este arte nunca morirá, que existe gente que sigue vibrando y disfrutando con este arte milenario.

Lo más impresionante son los efectos de luces,  los  juegos audiovisuales, las voces entrelazadas contando la historia, la música que transporta al lugar de los hechos, sin mencionar la magnífica actuación de los participantes. A pesar de que la obra fue en valenciano, un idioma con el que me siento identificada por haber pasado mis últimos años viviendo en la Comunidad Valenciana, pero que aún no comprendo completamente, otros atributos de la obra como los antes mencionados fueron los que me mantuvieron expectante y atenta, y que lograron mi respeto y admiración a esta obra. 

La alegría de poder ver a Allende arriba del escenario es sin duda el regalo más grande que Silencis me ha dado. Me siento muy orgullosa de ella porque está logrando forjar su carrera profesional en el ámbito donde ella es feliz.

Me he propuesto pues convertirme en fan oficial de ella y apoyarla como pueda en su carrera profesional. ¡Muchas felicidades Allende!, son grandes los éxitos que te esperan.

Escena de Silencis

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