Siempre he pensado que quien escribe tiene una gran
responsabilidad. Pero pienso además que la responsabilidad es mayor cuando
aquello que escribes es leído por alguien.
Por eso ahora, pido perdón. Porque hace más de un año dejé
de escribir. No porque no tuviera nada de qué escribir, más bien porque las
cantidad de cosas que viví hasta cierto punto me sobrepasaron… no digo que me
superaron, eso es completamente diferente. Tuve experiencias que marcaron mi
vida para siempre y cuando eso pasa, es probable que cueste encontrar las
palabras correctas para expresarlo o las palabras suficientes…
Hoy hago un recuento y en Julio del año 2011 estaba trabajando
en una tienda de ropa y acababa de recibir una beca para estudiar un máster en
Dinamarca e Inglaterra durante 2 años, así que era un tiempo que consideraba
“de paso”. Pero además, en aquél entonces llevaba 5 meses cuestionando toda mi
vida: ¿Quién soy? ¿Soy feliz con mi vida? ¿ Dónde está mi felicidad?
Conversando con un amigo, de esos amigos con los que tienes conversaciones
de otro nivel, comencé a organizar nuevamente mis prioridades y a preguntarme
qué debía hacer para dar orden a mi vida.
La primera decisión que tomé fue que no iría a al master. Nada
racional, más bien lo hice siguiendo mi intuición. Algo me decía que ahí no
estaba mi felicidad. Así que preferí viajar a Perú a reencontrarme con mi
pasado, con quien yo había sido 10 años atrás, a reencontrarme conmigo misma… y
con una persona que para ese entonces se había convertido en alguien muy
importante para mi… Y así sucedió…
Hay un antes y un después desde esa decisión. Hoy mi vida ha
dado un giro de 180 grados. Estoy viviendo en Chile y soy madre de la bebe más
hermosa que Dios me pudo dar. Ella se llama Sofia. Tengo una relación
fantástica con el padre de mi hija, un hombre maravilloso, completamente
diferente a mi, con el que me siento compenetrada y unida cada día más… qué más
puedo pedir!
Estoy en un momento de mi vida en el que pienso que he
crecido, he madurado, he cambiado mis prioridades y siento que a pesar de los
grandes cambios, todo ha sido para mejor. Ahora estamos construyendo, empezando
una nueva vida, recién llegados a un país que no conocemos, buscando trabajo y
cuidando a nuestra hija… y aunque la situación pinta gris, nada más lejos de
los colores de la vida… esto es sólo el comienzo de algo grande, muy grande,
que nos tiene a la expectativa y luchando cada día por salir adelante, con la
ayuda de nuestros familiares y amigos, donde siempre encuentro alivio y
descanso, donde puedo sentir que no estoy sola y que no hay nada, ninguna
razón, para no estar agradecida día a día por la gran bendición de estar donde
estoy, porque no hay nada más grande en este mundo que levantarte por la mañana
y disfrutar de la sonrisa de tu hija de 6 meses, eso, señores, eso es FELICIDAD.
Sólo por eso… pido perdón…
Precioso Maca...mis felicitaciones y por favor...no te detengas!!!! mil besos desde Perú. Claudia Mogrovejo.
ResponderEliminarNunca dejes de escribir. No te lo pido por tí, te lo pido por mi y por todos los que te leemos. Porque sabes que transmites, que llegas, incluso cruzando océanos. Echo de menos tus palabras, tus gestos.. Pero a través de ellas, aunque sean escritas, te siento cerca.
ResponderEliminarTe quiero, por siempre.
Gema