Es complicado de explicar. Más bien es largo de explicar… cuando yo me fui de Chile tenía sólo 10 años. Si, era una niña, pero me acuerdo como si fuera ayer.
Un día mi madre me fue a buscar al colegio y como soy la mayor de 5 hermanos prefirió hablar en primer lugar conmigo antes de hacerlo con ellos. Me llevó a comer una gran copa de helado de crema, mi sabor favorito, y entonces me dijo que nos íbamos a vivir a Perú. Bueno, para ser sincera, en un principio nos íbamos a Bolivia, pero eso no importaba en aquel momento. Lo que verdaderamente me importaba era la gran aventura de viajar en avión. Porque si, porque a esa edad no piensas ni en las consecuencias, ni en lo que viene por delante, ni en lo que vas a vivir. Te importan realmente las cosas sencillas como volar en avión.Asique me separé de Chile muy pequeña. Y ¿saben qué pasa cuando sales de tu país tan joven? que no vuelves a pertenecer a un sitio en concreto nunca más. Se arraigan en ti las diferentes culturas donde vives y te empiezas a convertir en una especie de ciudadana del mundo o apátrida.
Tuve la gran fortuna de conocer Perú, un país maravilloso, lleno de cultura, de folclore. Un país donde conocí personas que hasta el día de hoy forman parte importante de mi vida. Disfruté de sus comidas típicas que siguen formando parte de mi dieta: el ají de gallina, la papa a la huancaína, el lomito saltado y el arroz con pollo. Cualquier parte del mundo es idónea para disfrutar de la cocina peruana, aunque nunca como en Perú; allí no sólo forma parte de las comidas el sabor, sino también el ambiente, su gente, sus calles. El lomito saltado sabe mejor si lo comes entre las calles del centro de Lima o en algún lugar perdido por Chosica.
Tuve la gran fortuna de conocer Perú, un país maravilloso, lleno de cultura, de folclore. Un país donde conocí personas que hasta el día de hoy forman parte importante de mi vida. Disfruté de sus comidas típicas que siguen formando parte de mi dieta: el ají de gallina, la papa a la huancaína, el lomito saltado y el arroz con pollo. Cualquier parte del mundo es idónea para disfrutar de la cocina peruana, aunque nunca como en Perú; allí no sólo forma parte de las comidas el sabor, sino también el ambiente, su gente, sus calles. El lomito saltado sabe mejor si lo comes entre las calles del centro de Lima o en algún lugar perdido por Chosica.
Dejé el país del antiguo imperio del sol cuando tenía 17 años. Me vine a vivir a España. A pesar de mi terquedad al no sentirme peruana, no por nada, sino porque siempre fui forastera en esas tierras, cuando llegué a España no podía dejar de conmoverme al escuchar su música; una canción de Eva Ayllón, una Saya incluso música del gran Juan Luis Guerra, quien formó parte de prácticamente todas mis primeras fiestas, sobre todo las de los 15 años, algo en mi interior se removía, es decir, se sigue removiendo. Perú ya era y es parte de mí. En parte es lógico, pero es algo más: mi adolescencia es peruana.
Antes de venir a España hice un pequeño stop en Chile. Al volver te das cuenta que nada es como lo dejaste al irte. Todo había cambiado. El país que tanto añoraba ya no existía. Mi perspectiva del mundo era diferente y por supuesto no pertenecía más a ese lugar. Ese es un momento de decepción y de ruptura, pero a la vez de aprendizaje y de crecimiento como persona. El país que idealizaba ya no estaba porque mi país eran mis amigos, mi familia, mi antigua casa, mi barrio y ya nada era lo mismo. Aún así, Chile siempre estaba dentro de mí.
Los 17 son una edad difícil, es cuando dejas de ser adolescente para convertirte en joven. La contradicción era la siguiente: el país al que supuestamente siempre pertenecí ya no era el mismo. Tampoco era chilena en Chile. Mi acento había cambiado. He de decir que tengo gran facilidad para adaptar mi acento al lugar donde estoy, siempre he dicho que es un proceso psicológico de adaptación. Da igual lo que sea pero lo hago. Al llegar a Chile otra vez mi acento se tornó a chileno y aún así mi lugar no era ese.
Pero mi amor por Chile siempre ha sido extremadamente grande. Cuando más patriota te conviertes es cuando estas lejos porque aprendes a valorar y a defender tu cultura, a querer a tu país y a tu gente. No hay nada mejor que encontrarme con chilenos por el mundo porque son personas que tienen algo en común conmigo, que pertenecen a mi mismo lugar, que han recorrido la misma distancia que yo y que por casualidades de la vida nos hemos encontrado en un punto común: ¿Tu eres chileno? ¡Yo también!
Por eso, a pesar de haberme dado cuenta de lo diferente que estaba mi país y de haberme dado cuenta de que mi lugar no estaba ahí, mi amor por él no cambió, de hecho creció más aún pero siempre dentro de mí porque me podía el hambre por conocer otros países y otras culturas.
Al llegar a España todo cambió. En cuanto pisé España me sentí española. España me acogió como una más del clan. Debe ser por la misma cultura española, muchos sienten cierto repudio a admitir su españolidad en voz alta. España es sin duda un país de nacionalidades. Pero yo sé que no es del todo así. Cuando España ganó el mundial todos eran españoles. Asique si, en el fondo todos pertenecemos a algún lugar. Yo hice mi vida en España, estudié mi carrera, conocí a mis grandes amigos, mi casa, mi trabajo, todo era y es España. Muchos me preguntan si soy chilena o española… no hay respuesta, yo soy chilena y española…
El año pasado estuve viviendo en Alemania por la beca Erasmus. Yo sé que fue un año. Es poco tiempo pero Alemania ya no me es indiferente. Cada vez que simplemente veo una marca alemana o algo en alemán, o me acuerdo de las bratwurst (salchichas) siento un orgullo inmenso por haber tenido el privilegio de vivir en ese país. Una cultura completamente diferente a la que estaba acostumbrada porque en el fondo Chile, Perú y España son países latinos. Pero Alemania se ganó con creces mi admiración, mi cariño y mi respeto. Es un país que también forma parte de mí.
Y después de ese gran año Erasmus, volví a Chile, a mi querido Chile. Y algo me enamoró. No sé si fue el hecho de haber estado trabajando en ese país, conociendo gente, saliendo y disfrutando de mis queridas amigas Josefina y Daniela. Descubrí algo en mi país y creo que es todo ese amor que tuve guardado por tanto tiempo. Esa es mi tierra y siento con su gente una conexión especial. A pesar de haber vivido tanto tiempo alejada, yo soy chilena y tengo un gran deseo de volver a mi país.
Ahora estoy en España que también es mi lugar y en la Primera de Televisión Española hace unas dos horas han transmitido un programa llamado “Españoles en el Mundo”. Hoy el país era Chile y me tiembla el cuerpo entero al ver imágenes de mi país. Porque soy una chilena que además es española cuya adolescencia es peruana y que vivió un año en Alemania…y me siento afortunada porque la vida me dio la dicha de haber conocido estos países y porque permitió que formen parte de mí. Y si, sobre todas las cosas soy chilena, porque aun sintiéndome española sigo siendo forastera aquí y en el mundo, siempre perteneceré a un país que vive en mi memoria que es el Chile que recuerdo con tanta nostalgia e independientemente las circunstancias hayan cambiado y yo no sea la misma es a ese Chile al que quiero volver y que quiero conocer, no digo para siempre, porque una vez que recorres y conoces el mundo el deseo por viajar se incrementa y es muy difícil asentarse y aún así quiero ir por un tiempo, es un deseo que crece cada día más. Porque sí, ¡porque yo soy chilena miércale! Yo soy de porotos granados, de piscolas y de empanadas. Ese es mi país y allí es donde quiero estar… por lo menos ahora…
Tweet
Tweet

Siempre serás ciudadana del mundo… Y tu hogar lo llevas contigo a cada sitio que vas…. Lo más importante, es que en cada rinconcito del mundo por el que has pasado (y pasarás…) tienes a gente que te quiere, que te admira y que sabe que contigo, la amistad no entiende de límites ni de fronteras… Te quiero paca
ResponderEliminarGema
Estoy absolutamente de acuerdo con lo que dice Gema, no podría haberlo dicho mejor.
ResponderEliminarBesitos!
¡Chi Chi Chi! ¡Le Le Le! ¡Chile!
ResponderEliminarUn saludo desde Sevilla :)
Muchas gracias por los comentarios!! sii... ¡qué viva Chile! y Perú y España y Alemania! ;)
ResponderEliminarQue hermoso y verdadero lo que escribes, tengo la experiencia de haber salido de mi chilito muchos anos atraz, a un pais totalmente distinto al nuestro, donde se habla otro idioma, el clima distinto, igual amo a Canada pero mi corazon sigue y seguira CHILENO.
ResponderEliminarFelicitaciones se que vas a llegar muy lejos
Besitos
quisiera que me explicaran por favor el termino miercale.
ResponderEliminarEl término miércale es un término muy chileno que se dice en vez de decir mierda, se suaviza la palabra
ResponderEliminar